Artykuł

El día la de la mujer y la ciencia

Muchos habréis oído acerca de este día: el jueves 11 de febrero. En este breve artículo me gustaría mostraros ciertos datos que se han recopilado en diferentes fuentes españolas y retomar el tema una vez más. Este día no se trata solo de disminuir la brecha que hay entre los salarios laborales y que puede existir en este campo de investigación, sino de reivindicar un problema de base más profunda. 

Existe una campaña llamada “no more Matildas” que pretende ofrecer modelos femeninos desde los años escolares para permitir que tanto los alumnos como las alumnas encuentren inspiración dentro del ámbito científico. Una manera de propiciar esta visibilidad es mediante proyectos. Desde la Unidad de Mujeres y Ciencia, del Ministerio de Ciencia e Innovación, se ha puesto en marcha la página web “Mujeres en Ciencia e Innovación 2020” (1) pero también existen otros referentes mencionados en otros artículos: 

-Rosa Menéndez (presidenta del CSIC, la primera en presidir un organismo público de investigación en España), Margarita Salas, Alicia Calderón o Elena García Armada (5), a nivel nacional 

-Más locales o regionales- como, en este caso, gallegas (6)- a las que cada comunidad autónoma intenta mantener en la memoria por su contribución en la historia

-Y a nivel internacional, como en el artículo de La Vanguardia (4).

No solo es difícil, al menos en España, que la profesión de investigador no sea precaria, sino que, añadido a esto, existen más barreras todavía presentes para las científicas aunque cada día su intención sea trabajar, investigar. Estos artículos o proyectos facilitan el acceso al conocimiento de referentes femeninos, pero aún faltan muchos nombres y caras por mostrar y esta es una de las razones por las cuales todavía se necesita hacer más hincapié en derribar estos muros que lo impiden. La consecuencia directa de la falta de referentes y de considerarse la ciencia cosa de hombres, así como las dudas que la sociedad impone sobre las niñas, contribuye a su propia inseguridad y su alejamiento de la ciencia desde edades ya tempranas o al poco desarrollo personal de las científicas en su trabajo, muchas abandonan o están estancadas por las condiciones en las que investigan (2).

Por otro lado, hay un factor más que genera este problema: la falta de  equilibrio entre un tiempo de ocio y otro laboral. Se comprobó al inicio de la pandemia que se destruye (2). Muchas científicas tuvieron que escoger qué camino seguir: abandonar la carrera y cuidar de la familia o continuar una carrera investigadora- al mismo tiempo- que no resultaba rentable y, si lo conseguían, era a través de un trabajo más técnico que no aportaba nada a sus investigaciones, no podían avanzar.

¿Aún queréis conocer más? Sé que hay bastante información recabada en pocos párrafos con las páginas que podéis visitar, pero aquí os dejo una más (3): es un artículo de opinión en el que se explica con más detalle, y ahondando en la historia- en cómo se hicieron avances-, por qué sucede todavía esta situación y qué conceptos entremezclamos que nos paralizan para mejorarla.

Autor: Sara Idoate /blog.cjo.pl

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